Si
queremos mantener una posición directiva en el mundo tenemos que comprender a
los demás y lograr que nos comprendan. Nuestro objetivo básico en la
comunicación es convertirnos en agentes efectivos, es decir, influir en los
demás, en el mundo físico que nos rodea y en nosotros mismos, de tal modo que
podamos convertirnos en agentes determinantes y sentirnos capaces, de tomar
decisiones. En resumen, nos comunicamos para influir y para afectar
intencionalmente.
El
fracaso de la comunicación puede ser atribuido a las siguientes
Causas:
a la falta de eficiencia o a la interpretación errónea.